jueves, 29 de noviembre de 2007

KERIDA AMIGA...

Más que una amiga, eres para mí una hermana, y nunca voy a tener palabras suficientes que puedan explicar lo agradecida que estoy de haber sido bendecida con tu amistad.Los tiempos difíciles supieron apretarme la garganta, sepultarme bajo los escombros; cada uno de los demonios que me perseguía sabía exactamente dónde hallarme. En un momento dado me encontré atrapada y sin salida, o tal vez una sola salida, la mas fácil, la de las cobardes: pensé que tendría que morir para escapar a mis problemas. En ese mismo instante tú me escuchas y me recogiste del mar frío, yo más muerta que viva, y supiste darme agua y pan y calmar mis temblores y hacer que los demonios se vayan.....

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